jueves, 19 de febrero de 2009

TORTA, CHORIZO Y HUEVO...


En muchas localidades de la España seca, y La Roda no es una excepción, el Jueves Lardero es la fiesta que anticipa el inicio del Carnaval. Con él arranca un protocolo anual de culto a la carne, a la grasa animal, preferentemente el tocino de cerdo -el lardum- que se prolongará hasta el Miércoles de Ceniza como contrapunto a la austeridad de la Cuaresma.
El origen de la fiesta es incierto, aunque como tantas otras tradiciones populares vinculadas a lo religioso parece gestarse en los inicios de la Baja Edad Media y consolidarse durante el siglo XVII, dos momentos históricos marcados por la crisis socioeconómica y una fuerte imposición moral. Sólo en estas circunstancias podría entenderse el valor redentor de la gula frente al hambre o la abstinencia, además de las formas lúdicas y exhibicionistas que adquiere. Tampoco el homenaje al lardo parece circunstancial. A estas alturas del invierno, los frutos de sanmartín se reducirían a embutidos y despojos, convertidos por el refrán en los más deliciosos manjares: “En Jueves Lardero… torta, chorizo y huevo”.
El desafío pagano a cuarenta días seguidos de espiritualidad debía tener también su territorio. Si el desierto era el escenario adecuado para llegar a Dios, la fértil campa lo será para huir de él. Al menos durante siete días, hasta que el sacerdote, imponiendo sus dedos en nuestra frente, nos devuelva a la razón mientras sentencia: “…polvo eres…”
Todos los años, el día de Jueves Lardero los rodenses se desplazan a los campos de San Isidro para continuar el ritual.

Imagen: Pieter Bruegel "el Viejo". La riña entre el Carnaval y la Cuaresma (detalle). 1559.

3 comentarios:

MERCEDES dijo...

Curioso lo del "lardus", y de la costumbre de "lardear" que sigue aún en boca de las gentes, aunque el menú ha variado algo desde entonces. Se mantiene el huevo -aunque ahora coge formas multicolores y multicomerciales-, pero se tiende más hacia lo dulce: los bollos o monas (o monos), que cada año se complican más: rellenas de nata, de chocolate, con forma de serpiente, de rosca, de bollo...de mil maneras. Los miramos con perplejidad, cuando ante nuestros ojos de niño únicamente había un sólo tipo de mona, y si ibas al pueblo, aquellas tortas con sardinas o las otras con chorizo...O la torta, chorizo y huevo. Ahora, estos Jueves Lardero comerciales de las grandes urbes ya no son lo mismo.

MERCEDES dijo...

Curioso lo del "lardus", y de la costumbre de "lardear" que sigue aún en boca de las gentes, aunque el menú ha variado algo desde entonces. Se mantiene el huevo -aunque ahora coge formas multicolores y multicomerciales-, pero se tiende más hacia lo dulce: los bollos o monas (o monos), que cada año se complican más: rellenas de nata, de chocolate, con forma de serpiente, de rosca, de bollo...de mil maneras. Los miramos con perplejidad, cuando ante nuestros ojos de niño únicamente había un sólo tipo de mona, y si ibas al pueblo, aquellas tortas con sardinas o las otras con chorizo...O la torta, chorizo y huevo. Ahora, estos Jueves Lardero comerciales de las grandes urbes ya no son lo mismo.

MANUEL dijo...

Sí, es curioso comprobar como se globalizan también las costumbres más populares, y sustituímos la gallina por el kinder.