miércoles, 4 de febrero de 2009

POLÍTICA Y PATRIMONIO

El grupo de trabajo RUTBA nos esta sirviendo para poder comprobar el maravilloso patrimonio que ofrece la comarca de la Roda, pero también, al menos personalmente, para comprobar lo importantísimo que es para nuestros representantes el patrimonio y su conservación... por supuesto hablo con total ironía.

Siempre nos han vendido Albacete como una provincia muy moderna pero cuyo patrimonio no era importante ni destacable... en todo caso era digno de mencionar el patrimonio natural que nos podemos encontrar en el Nacimiento del Rio Mundo, pero, más allá, todo era mediocre. Sin embargo, en tan sólo dos salidas he podido comprobar su riqueza y al mismo tiempo su desconocimiento a pesar de poderlo encontrar a escasos kilómetros de la capital manchega.




















La primera escala de nuestras salidas fue TOBARRA, concretamente en el paraje conocido como Alboraj, para visitar unos eremitorios altomedievales. Si preguntamos a algún tobarreño si conocen la existencia de los mismos, probablemente muy pocos acertarían a guiarnos, y ahí nos encontramos uno de los grandes problemas del patrimonio español: la ignorancia. Una ignorancia que permite que se hayan cometido y, lo más grave, que se sigan cometiendo barbaridades con el mismo ante la pasividad de nuestros ilustrísimos representantes. Así, en el caso de los eremitorios de Tobarra, por ejemplo, ha permitido que en la vivienda del eremita nos encontremos un colchón sobre palés de obra, testigo de los encuentros pasionales y furtivos de la localidad; que el recinto sagrado se haya utilizado en el pasado como corral para el ganado y que en la actualidad un vecino lo esté utilizando como horno crematorio para obtener cenizas con las que abonar su campo; y, por si acaso esto fuese poco, que en la parte posterior del recinto se haya ubicado una cantera que, de seguir avanzando, amenaza con acabar con el yacimiento.

Dice el refranero español que "Para estudiar no hay que ir a Salamanca" a lo que se le puede añadir que "para ver un acueducto de época tampoco hay que ir a Segovia" ya que precisamente nos encontramos con uno (mucho menos espectacular, por supuesto) en la localidad de ALBATANA.
Claro... que lo podrán ver si lo encuentran, dado que es bastante dificil seguir los carteles indicativos del monumento, sobre todo porque NO EXISTE NINGUN TIPO DE SEÑALIZACIÓN!!! Y es que de esta forma será más fácil dejar que se hunda, como el molino del siglo XVIII al cual movía el acueducto, y emplear ese dinero en construir algún instación en la cual sea más económico "hacerse la foto".

Terminamos nuestra primera salida en CHINCHILLA DE MONTEARAGÓN, declarada de Interés Turístico por su magnífico patrimonio a pesar de que en las últimas actuaciones se está produciendo más que una restauración una reedificación, que puede quedar más fotogénico, pero que, sin duda, no muestran algo real.




















Por último, nuestra última salida se produjo al Palacio de los Gosálvez, magnifico palacio de estilo versallesco cuyo constructor tuvo la inconsciencia de construir en un territorio a pocos metros de Villalgordo del Júcar (Albacete) pero que pertenece a Casas de Benitez (Cuenca). El resultado de todo ello ha sido que, a pesar del abandono que sufría el palacio en manos privadas, la administración tampoco actuó por la complicación de los tramites a llevar a cabo para hacer cumplir a los propietarios la ley de Patrimonio, al igual que tampoco actuó ante el expolio que sufria el palacio. El resultado de todo ello es el aspecto ruinoso que presenta en la actualidad el magnífico conjunto que constituye tanto el palacio como las fábricas y capilla que están dentro de la propiedad.

En resumen la conclusión que he extraido de estas dos salidas es que, al parecer, los grandes males que sufre nuestro patrimonio es la ignorancia y lo costoso que para algunos les resulta su conservación para rellenar un titular de periódico.

2 comentarios:

MANUEL dijo...

Convengo contigo Rubén en que el gran mal que afecta al Patrimonio Histórico es el desconocimiento y la falta de reconocimiento. Parece un juego de palabras pero nada más lejos de mi intención; no se puede conservar lo que se desconoce y resulta imposible dar a conocer lo que no se aprecia.
Quizá por vivir en una región tradicionalmente deprimida, hemos derivado nuestras necesidades hacia aspectos aparentemente mucho más básicos, sin comprender que en las raíces se encuentran también las posibilidades del futuro desarrollo de nuestra tierra.
Por eso, conservar el Patrimonio Histórico no es sólo fundamental para saber quien somos, sino, y lo que es más importante, quien pretendemos ser.
Cualquier medida para asegurar su protección es poca, y debiera estar muy por encima de intereses individuales o políticos; lo dice la ley... pero, sobre todo, lo dicta el sentido común.

MERCEDES dijo...

Resulta una verdadera lástima el estado en el que se encuentra un monumento de tales características. Si al final, además del desconocimiento -paliado en parte por las asociaciones de amigos de estos bienes culturales, a las que poca gente agradece su labor-, una gran parte de lo que ocurre se debe al interés de muchos, ¿de qué sirve inculcar a las generaciones jóvenes el tal releído objetivo actitudinal "valoración y conservación del patrimonio histórico-artístico" (de España o de tu comunidad)?