jueves, 29 de enero de 2009

ITINERARIO POR LA RIBERA DEL JÚCAR(VILLALGORDO-FUENSANTA)




Sábado 24 de Enero, 11 horas, Villalgordo del Júcar .Eolo amenaza con descargar su cólera sobre nosotros, el termómetro tampoco acompaña; pero, pertrechados con un frugal almuerzo y buenas dósis de curiosidad,la madre del conocimiento, o nostalgia, remontamos, en desperdigada y alegre procesión, la orilla izquierda del río, alcanzamos el puente y cruzamos, no sin precaución, la corriente; al otro lado del cauce,nos espera Pedro Pablo Correas, miembro de la asociación de Amigos del Palacio de los Gosalvez,que actuará de "cicerone"; junto a él, un pequeño grupo de vacilantes turistas rurales, que no tardará en desertar, ante las acometidas de las bravas ráfagas de viento.Tras someternos al control amenazante de una doble formación de gigantescos y vetustos plataneros,a los que Eolo no para de animar sobre nuestras desprotegidas cabezas,y,
sortear sus despojos, que obstaculizaban nuestro avance, conseguimos llegar a los píes del palacio.

De estilo francés versallesco,construido en 1902, consta de edificio central con tres plantas y dos
alas de una planta ,a cada lado; frente a él cerrando el conjunto, los restos de la fuente de la zarina.Tiene 368 ventanas y puertas, y veinte estancias.Declarado Bien de Interés Cultural, categoría monumento, en 1993.El entorno, aparece salpicado de jirones de los antiguos jardines
afrancesados,con algunas especies exóticas ,como el pinsapo.En las immediaciones, fruto de un inusual espíritu empresarial por estos pagos, se levantaron factorías(papel, naval, alcohol, conservas, harinas e hilados), una capilla, almacenes, viviendas y una central hidroeléctrica; siendo Villalgordo el primer pueblo de España en estar dotado de luz eléctrica.

Esta suma de elementos, da al conjunto un valor extraordinario, de difícil, parangón en toda la región; pese al lamentable y avanzado estado de deterioro en que se encuentra, por la desidía de unos y la codicia-expolio- de otros. A pesar de ello, la Asociación de Amigos del Palacio ha trabajado duramente para conseguir su protección y rehabilitación, y, luchando contra las interminables trabas administrativas, la lentitud burocrática e intereses contrarios de toda índole,¡por fin!, ve cercano su objetivo; al ser adquirida la propiedad por una familia de hosteleros de La Roda; quíenes trabajan en un proyecto que nos ilusiona a todos los amantes del arte, la naturaleza y la historia; sin olvidar la interesante perspectiva de creación de empleo, doblemente necesaria en nuestro pueblos, para asegurar su existencia.

Reconfortados y reforzados, por el breve descanso en torno a un plato caliente, acompañado de un tinto comarcano; recomponemos filas y encaminamos nuestros pasos hacia el siguiente objetivo, el santuario de la Virgen de Fuensanta. Al llegar, comprobamos que Eolo ha desistido de frenar nuestro avance ,y, se bate en retirada desordenadamente, acompañado de una menguada cohorte de fieles cúmulos.

La aparición mariana, junto con el nacimiento de la fuente que da nombre al lugar, se produce en 1482.La fundación del convento trinitario en 1561, en su derredor se va formando una pequeña aldea, que se segrega de La Roda en 1672. Actualmente, el santuario-residencia de la patrona de La Roda y de Fuensanta-está formado por el templo, el camarín, el claustro y la fuente.El templo, de planta rectangular ,y una sola nave cubierta de bóveda de lunetos; gravitando por encima del crucero ,una cúpula sobre pechinas;al igual que en el camarín, de abigarrada composición y colorido.La portada es de estilo barroco.
El claustro fue erigido a finales del S. XVI;espacio cuadrado, de estilo renacentista, con arcos de medio punto y dos plantas de galerías porticadas, de gran pureza de líneas y modesta,pero encantadora ,elegancia. A sus pies,y junto al huerto, la fuente,protegida en un pequeño y pulcrísimo patio, acompañada por un pequeño algibe salpicado de cangrejos; con el manto freático aflorando a la superficie,en cuyos caños pudimos apreciar la calidad de su agua.También,en la planta superior del claustro, exploramos un museo etnológico,con piezas interesantes o significativas,que nos rememoraban escenas de nuestra infancia o relatos de nuestros mayores.

Como el frío se iba adueñando de nuestro cuerpo,a medida que languidecía la luz del sol, nos reconfortamos con un café;y, ante la sorpresiva y sorprendente "Villa Manolita",nos despedimos del pueblo y de nuestro compañero,Pablo Rueda;para retornar, ya anochecido, a nuestro respectivos lares, con la sensación de volver de un viaje a un pasado lejano en el tiempo,pero próximo a nuestro corazón.Mientras, el viaje continua ...


2 comentarios:

MANUEL dijo...

Sufrida y gozada excursión, por y a pesar de los Anemoi. Sensaciones contradictorias: la belleza violenta de la ruina frente a la quietud serena de las arquerías... ¿Qué más se puede pedir?

Montse dijo...

Gozada, sin duda, "por" los Anemoi que configuraron la escenografía perfecta para sumergirse en el ambiente romántico y evocador de la ruina. Qué personas poblaron estás salas, cómo se desarrollaban los días entre la opulencia de las estancias y las horas de ocio junto al rio, congeladas en composiciones impresionistas. Hoy es tarde incluso para desear que el tiempo se detenga. Hace veinte años, sí, cuando todavía conservaba el tejado de zinc y los guardeses te contaban la historia de la familia, y cómo el trenecito recorría los campos de frutales. Ahora solo queda esperar que sea restaurado lo antes posible bajo la acertada tutela de la Asociación de Amigos del Palacio de los Gosálvez.
Reiterar el agradecimiento a Pedro Pablo Correas por dedicarnos su tiempo y por compartir generosamente sus conocimientos. Gracias también a Pablo y a Sergio por acompañarnos y acogernos en su pueblo.


"Hay que cuidarse de decirles que a veces ciudades diversas se suceden sobre el mismo suelo y bajo el mismo nombre, nacen y mueren sin haberse conocido, incomunicables entre sí. En ocasiones hasta los nombres de los habitantes permanecen iguales, y el acento de las voces, e incluso las facciones; pero los dioses que habitan bajo los nombres y en los lugares se han ido sin decir nada y en su sitio han anidado dioses extranjeros. Es inútil preguntarse si éstos son mejores o peores que los antiguos, dado que no existe entre ellos ninguna relación, así como las viejas postales no representan a Maurilia como era, sino a otra ciudad que por casualidad se llamaba Maurilia como ésta."

Italo Calvino
"Las ciudades y la memoria"
Ed. Minotauro. Bs. As. 1988.