domingo, 25 de enero de 2009

CABALGATA ARTÍSTICA A LA TORRE DEL SALVADOR.




De la amistad que se profesaron Antonio Martínez y Benjamín Palencia proviene la colección de seis dibujos que exhibe el Museo Municipal de La Roda, fechados entre 1959 y 1966.
Tras su etapa “fauve”, en la que experimenta con las posibilidades expresivas de las texturas y colores del óleo en composiciones de gran formato, y como evolución de ésta el pintor barrajeño retoma su interés por el dibujo, que traza de manera espontánea y repetitiva en cualquier soporte, provocando engrosamientos que modelan el volumen de sus líneas como si se tratase de un “falso empastado”, exclusivamente visual. Para ello, y aunque no desdeña la plumilla ni el pastel, utiliza sobre todo rotuladores de colores con los que juega a describir una realidad inmediata y feliz. Se trata de plasmar imágenes instantáneas que, lejos de ser alegóricas, responden a la iconografía cotidiana del artista o a un momento concreto de su vida: el árbol, el jarrón, la campana, el pastor, la siega; la visita a Roma, el menú de Reyes… Hay siempre en los dibujos de Palencia un encuadre fotográfico que aquí parece realizado con cámara compacta. Muy atrás queda el “posado social” de la Segunda Escuela de Vallecas; éstas son obras para la diversión y la complacencia.
Me cuentan, además, que eran célebres las procesiones festivas de Palencia, los hermanos Martínez y demás añadidos al son de la caja de música.

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