martes, 6 de enero de 2009

Los "juguetes" de Jesús.


Y llegando a la casa, vieron al niño con María, su madre, y postrándose le adoraron, y abriendo sus cofres, le ofrecieron como dones oro, incienso y mirra. (Mateo 2:11)


Como muchos niños españoles en el día de hoy, Jesús tuvo también sus propios "regalos", fruto de la imaginación popular o de la simbología helenizante del sirio redactor del evangelio de Mateo hacia el año 75 de Nuestra Era: Oro, signun regis; incienso, signum dei; mirra, signum sepulturae; como rey, dios y redentor. Para los más prosaicos, entre los que se encuentra San Bernardo de Claraval, el oro estaba destinado a aliviar la pobreza de María, el incienso a desinfectar el establo y la mirra a purgar los intestinos del Niño...

Imagen: Detalle de la Adoración de los Santos Reyes. Lucas Jordán. Iglesia parroquial de El Salvador. La Roda. Sobre la obra y el episodio véase la entrada del 14 de diciembre de 2008.

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